JUCUM San Diego/Baja ofrece dos oportunidades distintas de crecimiento espiritual en nuestros dos campus EDE justo al sur de la frontera México/Estados Unidos. Habla del amor de Jesucristo en grupos pequeños, asiste a una iglesia local, reflexiona sobre ti mismo, estudia la Biblia y, por supuesto, participa en la optativa que elijas y aprende cómo el Espíritu Santo se mueve a través de nosotros mientras realizamos un discipulado eficaz en todas las naciones.
Una de estas optativas es la Relato fotográfico EDEque te permite adquirir las habilidades para utilizar la fotografía y la narración para comunicar la historia de Dios, abogar en nombre de los demás, y utilizar los medios sociales como una herramienta para Su reino. Sigue leyendo para conocer la experiencia de Kennedy con JUCUM San Diego/Baja's Photo Story EDE.
Programas de discipulado: Establecer vínculos personales en una experiencia global EDE
Me llamo Kennedy y soy estadounidense de primera generación.
Mi madre creció en EnsenadaMéxico, y después de mudarse a Estados Unidos, se esforzó mucho por aprender inglés. Mis padres hicieron todo lo posible para que mis hermanos y yo tuviéramos más oportunidades de las que ellos tuvieron de niños.
Crecí en Massachusetts, así que no estuve muy expuesta a la cultura mexicana. Al crecer, realmente no tenía el deseo de conocer mi cultura. No fue hasta los 18 años que sentí que me faltaba algo y que no sabía quién era.
Mirando hacia atrás, ahora veo que no eran sólo mis raíces lo que me faltaba; era Dios.
Hacer discípulos en cada etapa de la vida
A mis 23 años, durante el tiempo que pasé en México haciendo la Foto-Historia EDE, hice tantas cosas que nunca imaginé, como bajar tres horas y 10 minutos por una montaña hasta un pueblo en medio de la selva mexicana, cocinar con mujeres indígenas o regalar fotos a gente que nunca ha tenido una de sí misma.
Di un gran salto de fe ciega para ir allí, dejando mi trabajo y todo lo que conocía. Lo que no esperaba era que no sólo encontraría mis raíces, sino que también descubriría el corazón de Dios para México.
Plantar nuevas raíces con la narración visual
Durante la fase del campus de Photo Story EDE, aprendimos a contar la historia de alguien con una foto, dándole valor. Uno de los objetivos en los que nos centramos fue permitir que Dios nos mostrara quiénes son las personas a través de Sus ojos para que luego pudiéramos comunicarlo en una foto.
El enfoque fotográfico es lo que me atrajo a este EDE y estoy muy contenta de haber dado ese paso para estar allí. Hicimos sesiones de vídeo y tuvimos clases de fotografía y aprendimos que el discipulado puede realizarse durante cualquier programa o en cualquier ámbito social.
La asignatura optativa actuó como un recurso fundamental de discipulado cuando pasé a mi viaje de misión en la fase de extensión.
Crecimiento espiritual en una nueva comunidad
Durante mis actividades de divulgación, pude mostrar a los indígenas de México su valor fotografiándolos y mostrándoles sólo una fracción de su belleza. A las mujeres del sur de México les sorprendió que quisiéramos pasar tiempo con ellas, cocinar con ellas y fotografiarlas.
En Chiapas, una de mis compañeras de equipo, Savannah, y yo nos sentamos en una cocina con tres mujeres mientras preparaban el desayuno. Les pedimos que nos ayudaran a cocinar y nos dijeron que no necesitaban ayuda, así que decidimos hacerles compañía y les preguntamos si podíamos fotografiarlas.
Fue muy divertido. Les hicimos fotos, les enseñamos las que habíamos hecho y esperamos sus reacciones, que no tienen precio. Fue una bendición ver cómo se emocionaban con sus propias fotos.
Teníamos equipos de fotografía en todo el mundo en ese momento, y Dios estaba realmente usando todos los equipos para impactar a las personas a su alrededor. En muchos de los países en los que se encontraban nuestros equipos, las mujeres no son tan valoradas como los hombres, por lo que nuestros equipos se centraron en mostrar a estas mujeres su valor.
Una de las técnicas que estudiamos consistió en enfocar la cámara desde abajo para que el sujeto pareciera más fuerte y poderoso, en lugar de débil y vulnerable. Para nosotras fue una experiencia de aprendizaje trabajar con estas mujeres de todo el mundo y un privilegio compartir con ellas cómo Dios las valora.
Ministerios Profundos: El impacto personal de difundir el Evangelio
Para ser honesto, nunca pensé que estaría en México buscando a Dios de esta manera. Nunca imaginé que Dios usaría mi vida para cambiar la vida de las personas que conociera.
No pensé que me enamoraría tanto de México que me dolería el alma por volver cuando aún ni siquiera me había ido. Nunca pensé que EDE me cambiaría tanto y estoy muy agradecida por todo lo que pasó durante esos cinco meses.
Aprendí a fotografiar a la gente con un propósito que es más grande que yo. Crecí como fotógrafa y como persona. Estoy muy agradecida a Dios por traerme de vuelta a mis raíces, por hacer todo esto posible y por mostrarme más de Su corazón.
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