Fecha de construcción: Jueves 27, viernes 28 de junio de 2024
INFORMACIÓN DE LA FAMILIA:
MADRE: Getzemani
Edad: 35 años
Puesto: Ventas
Salario Semanal: $100 dlls
PADRE: Romel
Edad: 38 años
Trabajo: camarero
Salario semanal: 140 USD
NIÑOS
Venecia - 10 años
Bastian - 6 años
Bebé - (nacerá en julio o agosto)
Carta de la familia:
¡¡Hola!! Mi nombre es Getzemai, soy mamá de dos hijos maravillosos y en espera del tercero. Mi familia y yo somos de Acapulco, llegamos a Tijuana hace 8 años en busca de una mejor vida. Tuvimos que emigrar del sur de México por la inseguridad, y la falta de oportunidades. Primero llegamos a vivir con mi hermano pero después nos fuimos a rentar por nuestra cuenta. Pasaron siete años rentando de un lugar a otro hasta que decidimos usar nuestros ahorros para construir un terreno. Queríamos construir algo pero sólo teníamos para comprar una pequeña caravana, incluso el terreno y hacer media valla. Nos urgía empezar a vivir en el terreno porque ya no podíamos seguir pagando alquiler. Así que una semana después de dar el anticipo, sin agua corriente, electricidad ni la valla terminada, nos fuimos a vivir a nuestro terreno. Al principio nos daba mucho miedo porque no conocíamos a nadie en la zona y mi marido trabaja de noche, pero al menos ahora teníamos algo propio y nos sentimos aliviados durante un tiempo. Pero en diciembre y enero empezó la temporada de lluvias y nuestra caravana tenía muchas goteras. Conseguimos unas lonas para poner en el tejado, pero se rompían con el viento y la lluvia volvía a entrar en la casa. Mi marido es camarero, pero también vendemos cosas en el mercadillo dos días a la semana, pero con las lluvias no podíamos ir a vender cosas, así que eso también afectó a nuestro presupuesto. En medio de todo eso un amigo nos habló de Casas de Esperanza y aplicamos para recibir una casa. Aplicamos y fuimos a la orientación. Allí alguien habló de cómo a veces estamos desesperados o deprimidos y le pedimos a Dios una señal y esta podría ser la señal que estábamos pidiendo. Salí animada y con mucha fe para el futuro. Me preocupa que cuando nazca mi bebé en julio o agosto aún no tengamos un lugar para él, pero también sé que podría ser peor y que podemos adaptarnos. Aun así confiamos en Dios y sabemos que nos puede ayudar y nos escucha y puede obrar a través de vosotros. ¡¡¡Muchas gracias por todo y por considerarnos para un Hogar de Esperanza!!!