Fecha de construcción: Viernes 21 - Sábado 22 de marzo de 2025
INFORMACIÓN SOBRE LA FAMILIA
MADRE: Yuridia
Edad: 36 años
PADRE: Nestor
Edad: 36 años
Trabajo: mecánico
Salario semanal: 225 USD
NIÑOS:
Victor - 15 años
Angel - 5 años
Yunuen - 3 años
CARTA DE LA FAMILIA:
Estimado equipo de Casas de Esperanza , Saludos. Somos la familia Cortez Rendón, integrada por mi esposo, Néstor Amaury Cortez Moreno, nuestros tres hijos: Víctor Amaury (15 años), Ángel Yurem (5 años), y Yunuen (3 años), y yo, Yuridia Rendón Abarca. Emigramos a Tijuana en busca de una mejor calidad de vida y estabilidad económica, pero nos hemos enfrentado a muchos retos que nos han impedido alcanzar nuestro sueño de tener una casa propia y proporcionar a nuestros hijos un lugar seguro donde vivir. Actualmente, mi esposo es el único proveedor de nuestra familia, ya que yo me dedico al cuidado de nuestros hijos y a la administración de nuestro hogar. Nuestra situación se ha complicado aún más por las condiciones de salud de nuestros hijos. Cuando nació nuestro hijo Yunuen, le diagnosticaron atresia de coanas, una enfermedad rara que le impedía respirar correctamente. Tuvimos que viajar a Ciudad de México en busca de atención médica especializada. Fue sometido a múltiples hospitalizaciones y procedimientos, incluida una traqueotomía a los ocho días de vida y cirugía correctiva a los dos meses. Fue un periodo increíblemente difícil, lleno de tratamientos, viajes constantes y una gran tensión emocional y económica. Por la gracia de Dios, superó su enfermedad y ahora está con nosotros. Además, a nuestro hijo Ángel Yurem le diagnosticaron autismo de nivel 2 a los cuatro años. Hemos trabajado incansablemente para proporcionarle las terapias necesarias, aunque las limitaciones económicas sólo nos permiten sesiones cada 15 días. Nuestro objetivo es ayudarle a desarrollar mejores habilidades sociales y de comunicación y a adaptarse a su entorno lo mejor posible. Hemos hecho todo lo posible para salir adelante y hemos conseguido adquirir una parcela con gran esfuerzo, incluso pidiendo préstamos para cubrir el pago inicial. Sin embargo, los elevados costes de alquiler y otros gastos nos han imposibilitado iniciar la construcción de nuestro hogar. Recibir su ayuda supondría una inmensa diferencia para nuestra familia, ya que podríamos dejar de pagar el alquiler y redirigir esos fondos hacia las necesidades médicas y terapéuticas de nuestros hijos. Nuestro mayor deseo es proporcionarles un hogar estable donde puedan jugar libremente y crecer sin preocupaciones. Confiamos en que Dios nos guía y nos ha conducido hasta ustedes con la esperanza de recibir su apoyo. Agradecemos sinceramente su tiempo y la oportunidad de compartir nuestra historia. Que Dios les bendiga abundantemente.