Fecha de construcción: Lunes 31 de marzo - Martes 01 de abril de 2025

INFORMACIÓN SOBRE LA FAMILIA

MADRE: Mavi

Edad: 30 años

PADRE: Sergio

Edad: 30 años

Trabajo: obrero

Salario semanal: 140 US

NIÑOS:

Adriel - 9 meses

CARTA DE LA FAMILIA:

Estimado equipo de Casas de Esperanza , Mi nombre es Vianey, mi esposo se llama Iván y nuestro hijo es Adriel. Somos originarios del estado de Chiapas, en el sur de México. Yo vivo en Tijuana desde hace diez años, mientras que mi esposo llegó hace dos. Nos conocimos aquí y formamos nuestra familia. Adriel tiene siete meses y es nuestro primer hijo. Gracias a Dios, nació sano. Actualmente vivimos con mi madre, que tiene 63 años y es ama de casa. En total, somos cuatro en casa. Ahora no trabajo porque no tengo a nadie que cuide de mi hijo. Mi madre, debido a su edad y a su estado de salud, no puede hacerlo. Cuando nació Adriel, decidí renunciar a mi trabajo para ocuparme de él y dedicarle el tiempo y la atención que necesita. Mi marido trabaja en una fábrica en el turno de tarde, de lunes a viernes, y a veces los sábados cuando hay horas extras. Los domingos, su único día libre, los pasa haciendo recados y la compra. Llevamos dos años pagando un terreno con la esperanza de construir nuestra casa. Sin embargo, debido a los gastos relacionados con nuestro bebé, como pañales, leche de fórmula y otras necesidades, junto con los pagos mensuales del terreno, nuestros ahorros no han sido suficientes para iniciar la construcción. Hasta ahora, hemos conseguido construir la fosa séptica, nivelar el terreno con maquinaria y vallarlo. Por eso pedimos vuestro apoyo para construir una casa y mudarnos por fin a nuestro terreno. Nuestro mayor deseo es proporcionar a nuestro hijo un espacio propio donde pueda crecer seguro y feliz. Este sueño tiene un significado especial para mí porque, desde que llegué a Tijuana, nunca he tenido una casa propia. Durante mucho tiempo rentamos, hasta que con mucho esfuerzo y trabajo pude ahorrar lo suficiente para el enganche de nuestro terreno. Sin embargo, pagar tanto el alquiler como la cuota mensual del terreno ha sido todo un reto. Tener una casa nos permitiría centrarnos únicamente en los pagos del terreno, eliminando los gastos de alquiler y aportando mayor estabilidad a nuestra familia. Además, nos daría la oportunidad de independizarnos y empezar una nueva etapa juntos. Confiamos en Dios y esperamos que, a través de ustedes, nuestras oraciones sean escuchadas. Agradecemos profundamente su tiempo y cualquier apoyo que pueda ofrecernos.

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