Fecha de construcción: Viernes 04 - Sábado 5, Julio 2025

INFORMACIÓN SOBRE LA FAMILIA

MADRE: Karen

Edad: 28 años

PADRE: Francisco

Edad: 34 años de edad

Puesto: Carpintero

Salario semanal: 225 USD

NIÑOS:

Karla - 9 años

Eva - 7 años

Damaris - 6 años

CARTA DE LA FAMILIA:

Querido equipo de Casas de Esperanza , que Dios os bendiga abundantemente. Somos una familia de cinco miembros. Cuando nos unimos en matrimonio, nos comprometimos a construir una familia unida, sólida y firme, sin importar las circunstancias, tanto en los momentos buenos como en los difíciles. Cada día, nos esforzamos por salir adelante y ofrecer a nuestras hijas un hogar estable y una mejor calidad de vida que la que nosotros, como madre y padre, experimentamos. Mi marido procede de un entorno indígena con recursos muy limitados. Ha pasado hambre y noches en vela, siempre con el objetivo de ofrecer un futuro mejor a su mujer y a sus hijas. Sin embargo, aún no tiene un trabajo estable, lo que nos ha dificultado alcanzar nuestras metas. A pesar de las muchas pruebas, seguimos glorificando a nuestro Señor. Él nunca nos ha dejado sin el pan de cada día y ha preservado nuestra salud. Emigramos desde Ciudad de México y al principio tuvimos que alquilar una casa, lo que se convirtió en una pesada carga financiera. Una de nuestras hijas tiene una discapacidad intelectual y necesita terapia de rehabilitación, pero es difícil costeársela debido a la irregularidad de su trabajo. Además, nos enfrentamos a problemas de inmigración: mi mujer es de El Salvador y aún no hemos podido regularizar su estancia en México. Ella se dedica por completo a cuidar de nuestros hijos y llevarlos a la escuela. Actualmente nos hospedamos en casa de unos hermanos cristianos que amablemente nos ofrecieron albergue temporal, permitiéndonos ahorrar y seguir pagando nuestro terreno. Por ello, pido humildemente sus oraciones y apelo a nuestro Señor Jesús para que nos bendiga a través del proyecto Casas de Esperanza, para que nuestras hijas puedan tener su propio espacio privado y digno. Ellas son nuestra fuerza y nuestra motivación. Confiando en Cristo, os doy las gracias.

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