Mientras esperamos el nuevo año, nuevas posibilidades y por supuesto muchas más familias recibiendo hogares este año, mi familia y yo comenzamos con un tiempo de recuerdo. Construimos un Hogar de la Esperanza en honor a mi difunto y querido padre James Michael Lambert que falleció en 2015.
Tres generaciones se reunieron cuando mis hermanos vinieron a unirse a nosotros en México con sus hijos y nietos para hacer la diferencia para una hermosa familia. Elda es una madre soltera que cuida de sus tres hijas. Su padre Mario vive con ella y ayuda a cuidar de las niñas. Verlo interactuar y jugar con sus nietas fue especial porque recordé a mi padre y las veces que compartió con mis tres hijas.
Cuando miro hacia atrás a través de los años, me sorprende el hermoso impacto que estos hogares han tenido no sólo en las familias que los reciben sino en cada participante, personal y donante. Esta vez no fue diferente y fue especialmente significativo servir al lado de mi familia como honramos a mi padre. Fue un momento de lágrimas al ver a mi madre entregar las llaves en la ceremonia de dedicación. Mi padre, James, que ha sido un tapicero toda su vida, habría disfrutado viendo las nuevas plazas de aparcamiento que pusimos en los dos dormitorios. Pasó su vida animando a sus ocho hijos e invirtiendo en su éxito y ahora su legado sigue vivo ya que se lo concede a estas tres hermosas niñas. `