Vida en las misiones, vida en el borde.

Parado en el borde de un acantilado. Listo para saltar al mar. Una mezcla de miedo, adrenalina, ansiedad y excitación. Cliff Jumping: es divertido, es una carrera, pero siempre hay un breve momento de vacilación antes de saltar. Ese momento tranquilo y personal en el que te preparas, ¿merece la pena, hay riesgo, debo hacerlo?

Durante las diferentes temporadas como misionero me encuentro de nuevo en el borde del acantilado. Dios me está pidiendo que salte, sin impedimentos, a lo que sea que me llame, pero me encuentro morando en la ansiedad, el estrés, y el qué pasa en vez de morar en Él, en la fe. Si me enfocara completamente en el carácter de Dios todo el tiempo, no habría vacilación, y ya habría saltado. Pero soy muy humano y a menudo olvido el carácter de Dios. A veces me lleva un tiempo saltar.

Me derrumbo, quiero alejarme del acantilado, empiezo a alejarme y luego recuerdo: la belleza y la fidelidad de Dios, los milagros que he visto, la vida de la gente que he visto tocada por Dios, los momentos en que he visto a un hijo de Dios llegar a conocerle como Padre, todas las aventuras que he tenido con Dios en todo el mundo. Recuerdo cuando sólo tenía 70 dólares en mi cuenta bancaria y Dios me pidió que donara 60 dólares a otro misionero. Más tarde ese mismo día conseguí un trabajo de niñera que me pagaría exactamente 60 dólares. Recuerdo cómo Dios me proveyó completamente para ir a la universidad de mis sueños, sin pedir ningún préstamo estudiantil, y cómo aprecio ese regalo de una educación y una comunidad asombrosas. 

De niña nunca me preocupó si mis padres me alimentarían, o me darían un techo sobre mi cabeza, o me cuidarían cuando estaba enferma. Yo simplemente confiaba, y ellos se encargaron de todo. Así es como Dios quiere que estemos con Él, que esperemos que Él nos cuide plenamente. Él es un buen Padre y puedes confiar en un buen padre.

 

MT. HUASHAN, CHINA: ES CONOCIDA COMO UNA DE LAS CAMINATAS MÁS ATERRADORAS Y PELIGROSAS DEL MUNDO. UN SENDERO DE PLATAFORMAS DE MADERA, ATORNILLADAS A LA LADERA DE LA MONTAÑA, A MILES DE PIES EN EL AIRE, LOS EXCURSIONISTAS CAMINAN A LO LARGO DE ESTAS PLATAFORMAS Y SE ADENTRAN EN LA EMOCIONANTE BELLEZA DE LAS ÁREAS CIRCUNDANTES. SE RUMOREA QUE LAS PERSONAS QUE MUEREN EN ESTE CAMINO NO ES ALGO POCO COMÚN. MIEDO, ¿VERDAD?

Un día mientras estaba orando acerca de las cosas por las que estoy luchando actualmente, orando a través de la lista de cosas que me están reteniendo - Dios me dio Isaías 42:16.

"Yo guiaré a los ciegos por caminos que ellos no han conocido, por caminos desconocidos los guiaré; convertiré las tinieblas en luz delante de ellos y suavizaré los lugares ásperos. Estas son las cosas que haré; no las abandonaré". Isaías 42: 16

Luego me recordó la caminata del Monte Huashan: "Quiero llevarte a las alturas. Confianza completa. ¿Confiarías en mí para guiarte en esta caminata por la montaña si fueras físicamente ciego? ¿Confiarías en mí para guiarte y no dejarte caer? Te tengo a ti. Confianza, ahí es donde te llevo."

Aún no lo he conseguido, pero lo estoy consiguiendo. Puedo retroceder y vacilar a veces, pero siempre me acuerdo de la fidelidad de Dios. Lo único que sé es que Dios es digno de confianza.

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Tiffany Lambert, trabaja a tiempo completo con JUCUMSan Diego/Baja en el área de Escuelas de Discipulado y Entrenamiento y Comunicaciones. Como amante de Dios y de los viajes, ha explorado más de 34 naciones diferentes y está contando. Le apasiona ver vidas transformadas por Jesús, la fotografía, la buena música y el buen café.