¿Alguna vez has oído a alguien delirar tanto sobre la comida de un restaurante que adoptas la idea de lo buena que es, sin haberla probado nunca? La idea de su bondad está en tu cabeza antes de siquiera probarla, sin embargo, hay dudas de que pueda ser realmente buena. Cuando finalmente te das el tiempo de ir y probarlo por ti mismo, ordenas el mejor plato del menú. La comida llega y tu mente queda alucinada: la calidad, la presentación, el sabor... todo supera tus expectativas. Habías oído hablar de ello durante mucho tiempo, pero todo este tiempo lo estabas subestimando. Esta fue mi experiencia con la Escuela de Estudios Bíblicos - Cronológica.
"Oh, prueba y ve que el Señor es bueno! Bendito el hombre que se refugia en él!"
Salmos 34:8
Elegí participar en el SBS-C porque tomé la decisión personal de descubrir la verdad sobre Dios por mí mismo. Toda mi vida había permitido que otras personas dictaran quién era Dios y qué significaba el cristianismo y sabía, como misionero a tiempo completo, que necesitaba equiparme con la palabra. Usar el método de estudio inductivo, era una forma de olvidar cualquier idea preconcebida que tuviera sobre el cristianismo, permitiéndome formar mi propia perspectiva y creencias. Mientras que el estudio inductivo me mostraba el trasfondo y el contexto de cada libro de la Biblia, el estudio cronológico creaba la oportunidad de sentirme como si estuviera caminando diariamente por la vida con los israelitas. A lo largo de la escuela mis ideas de quién creía que era Dios, comenzaron a ser desafiadas a medida que se mostraba fielmente a mí. Descubrí que no hay un Dios del Antiguo Testamento o un Dios del Nuevo Testamento, Él es uno en el mismo y su carácter es constante e inmutable. Cuando veo en el texto que Dios es iracundo, ahora sé que esta ira siempre nace de un lugar de deseo para la redención de su pueblo.
En el SBS-C leí la Biblia con nuevas profundidades que trajeron excitantes y profundas revelaciones a mi vida. Para mí, esta escuela fue una época de intimidad con el Padre como ninguna otra; una época en la que en lugar de escuchar las opiniones de los demás, Dios mismo me reveló su verdad. No puedo negar que experimenté dudas, frustraciones, lágrimas y convicciones, pero esas cosas siempre fueron contrarrestadas con la verdad, la alegría y la libertad de conocer la palabra de Dios. Dios usó esta escuela para permitirme encontrar claridad en los lugares donde había confusión y para ver la historia de mi fe a la vista: El plan redentor de Dios para la humanidad. Pude descubrir que soy parte de ese plan, y que esta historia también es mía. Pasar nueve meses estudiando la palabra de Dios trajo una transformación a mi corazón que nunca esperé y creó una base firme para mi vida y mi futuro ministerio. Ya no tengo que preocuparme ni dudar de mi fe; he llegado a un punto en el que nadie puede convencerme de que Dios está más allá de la pasión por su pueblo. Mis estudios me demostraron que durante más de veinte años había subestimado el esplendor y la majestad de mi Rey, pero como seguidor de Cristo y estudioso de la Biblia, ¡ahora tengo el conocimiento y la autoridad para proclamar la verdad! ¡He probado y visto que el Señor es bueno!
“Construiré mi vida sobre tu amor, es una base firme. Confiaré solo en ti y no seré sacudido.
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(*Requisito previo para la escuela es haber completado y graduado previamente de la EDE con JUCUM...)
Nicole, de 27 años de edad, de Sonora, California, recién graduada de EEB-C, forma parte del personal de JUCUM San Diego/Baja. Amante de la vida al aire libre y del aire fresco de la montaña, actualmente trabaja con nuestros Programas de Discipulado y Entrenamiento Casas de Esperanza, y sirve en nuestro café.