Fecha de construcción: Sábado 05 - Domingo 06, Abril 2025
INFORMACIÓN SOBRE LA FAMILIA
MADRE: Agripina
Edad: 42 años
Trabajo: obrero
Salario semanal: 130 US
PADRE: Roberto
Edad: 45 años
Trabajo: conductor de reparto de empresa
Salario semanal: 145 US
NIÑOS:
Alejandro - 17 años
Alberto - 15 años
Daniel - 15 años
Carlos - 12 años
Cesar - 10 años
Roberto - 8 años
Ana - 6 meses
CARTA DE LA FAMILIA:
Hola estimado equipo Casas de Esperanza, les envío un cordial saludo. Mi nombre es Agripina Ramírez Hernández, y actualmente vivo con mi esposo e hijos. Pagamos 150 dólares al mes por nuestro terreno, pero debido a dificultades económicas durante la pandemia de COVID-19, no hemos podido pagarlo completamente. En aquel momento, mi marido era el único que trabajaba, pero desgraciadamente fue despedido por considerársele vulnerable. Me dirijo a ustedes con respeto y esperanza, en busca de apoyo durante este difícil momento. Nos hemos enterado de que su organización ofrece ayudas a la vivienda y, por este motivo, solicito su ayuda. En enero, sufrimos la pérdida de un familiar, lo que nos ocasionó gastos inesperados de transporte, impidiéndonos ahorrar dinero para construir un hogar para nuestros hijos. Actualmente, sólo tenemos una habitación y una cocina, por lo que algunos miembros de la familia duermen en el salón. Soy responsable de siete hijos menores y, a pesar de nuestros esfuerzos por ahorrar para una habitación adicional, los ingresos de mi marido y míos apenas cubren nuestros gastos diarios. Todos mis hijos van a la escuela en distintos niveles -alto, medio y primario- junto con mi bebé de seis meses, lo que representa un gasto importante en comida, pañales, transporte y otras necesidades. Comprendemos que los recursos pueden ser limitados y que muchas familias se enfrentan a situaciones similares o incluso más críticas. Sin embargo, con fe y esperanza, me dirijo a ustedes con la solicitud de acceder a un programa de vivienda que pueda ayudarnos a superar este periodo de inestabilidad y nos permita tener un hogar digno. A pesar de nuestras dificultades, hemos priorizado el pago oportuno de nuestras tierras, ya que representan nuestro patrimonio. Agradezco sinceramente su tiempo y atención, esperando con fe una respuesta positiva, por la cual mi familia y yo estaríamos profundamente agradecidos. Que Dios bendiga a cada uno de ustedes y su increíble labor de ayuda a los necesitados.